Las crispetas tienen un gran contenido en fibra, compuestos fenólicos, antioxidantes, vitamina B, manganeso y magnesio.
El consumo de crispetas ayuda a la digestión debido a que tienen toda la fibra del salvado, así como minerales y vitaminas B y E. Además, su alto contenido en fibra mantiene la regularidad del cuerpo, evitando el estreñimiento.
El consumo de crispetas mantiene bajos los niveles de colesterol, la fibra que contienen puede equilibrar el colesterol y disminuir las posibilidades de padecer enfermedades cardiovasculares. Todo ello reduce la presión sobre el sistema cardíaco.
Consumir crispetas permite reducir el azúcar en sangre debido a que cuando el cuerpo tiene una amplia cantidad de fibra, regula la emisión y gestión de azúcar en la sangre y los niveles de insulina mejor que las personas con bajos niveles de fibra. De ahí que los diabéticos las puedan consumir sin problemas.
Consumir crispetas ayuda a prevenir el cáncer porque poseen gran cantidad de antioxidantes. Los antioxidantes son agentes defensivos de gran alcance que limpian y eliminan los radicales libres, los subproductos del metabolismo celular que están asociadas con una variedad de enfermedades en el cuerpo, en particular el cáncer.
Las crispetas tienen propiedades anti-envejecimiento, los antioxidantes de las mismas, contribuyen a eliminar los radicales libres, estrechamente vinculados a los síntomas relacionados con el envejecimiento como las arrugas, manchas de la edad, degeneración macular y ceguera, debilidad muscular, deterioro cognitivo, osteoporosis, alzheimer, demencia o pérdida de cabello.
Incluir crispetas en tu dieta ayuda a perder peso, una taza de crispetas contiene sólo 30 calorías. Además, su contenido de fibra hace que te sientas lleno, e inhibe la liberación de la hormona del hambre, la ghrelina.
Su aporte en fibra, favorece la digestión y reduce el colesterol, además de que ofrece vitaminas del grupo B, específicamente B1, B3 y B9, las cuales actúan ante el sistema nervioso.
Se recomiendan ser consumidas por personas con deficiencias de magnesio.
Las sedas o estigmas de maíz son utilizadas como infusiones diuréticas, excelentes en la hipertensión, en la retención de líquidos o cuando queremos aumentar la producción de orina como en las infecciones urinarias.