Las crispetas se encuentran incluidas en la lista de alimentos de grano entero recomendados por la Guía de Alimentación del Departamento de Agricultura de U.S.A.

Es el cuarto alimento de la lista de granos consumidos más comúnmente en Estados Unidos, después del trigo integral, avena integral y maíz de grano entero. Esto lo convierte en un importante contribuyente en el consumo de granos y fibra del estadounidense promedio. 

Al menos la mitad de las seis porciones diarias de granos recomendados en las guías dietéticas deben provenir de granos enteros. De acuerdo a un estudio publicado en la edición de mayo del año 2008 de «Journal of the American Dietetic Association», los consumidores de crispetas ingieren más del doble de granos enteros y más del 22 por ciento de fibra adicional que las personas que no comen crispetas.